Roberto Bonifaz, ex interventor de Cumbayá, dialogó en exclusiva para Radio La Red (102.1 FM) sobre su renuncia y los problemas del club.
“Esto es mucho más complicado que otros equipos, el problema no es una elección. El problema se basa en un recurso especial de revisión (emitido por la administración anterior), se dio de baja el directorio por irregularidad en las actas. Es fácil hablar y opinar de un juicio de valor ligero. Se contrató un perito calificado (con licencia) y ella hizo el respectivo análisis de las actas. Esas actas fueron rechazadas 4 veces (con resolución). El documento que determina los socios está irregular, da lo mismo cuantos son. Tuvimos que pedir los documentos, revisar y hacer el pedido del perito”, afirmó.
“La documentación indica si son socios o no, hicimos un peritaje al presidente que firma. Los insumos no permiten determinar una lista de socios. Yo no soy un juez, simplemente analizo documentación. Mi renuncia viene por declaraciones públicas de un grupo de jugadores, se declararon en rebeldía y mintieron. Si teníamos fecha para pretemporada y Cuerpo Técnico. Yo convoco a una reunión para informarles y aclares sobre lo que se estaba haciendo. El entrenador tiene título, no tiene licencia y dirigió el último partido. Rommel Tapia y Juan Carlos Paredes manejan un grupo de jugadores, ellos emitieron mentiras”, comentó.
“Un grupo de personas dijeron que he dejado cobrando, yo cobré al último y menos que los jugadores. Hemos sobrevivido con el apoyo de la FEF, LigaPro nos ofreció un dinero (nunca nos dieron nada antes que entren los derechos de la nueva empresa de transmisión) y LDU nos pagará unos derechos de formación. No es culpa de la representación legal temporal, el Ministerio o la FEF, esta situación se dio por antiguos administradores y la crisis de derechos de TV. El panorama es complicado, el club internamente no quiere salir de esto. No solo es la falta de pagos, es la forma y las mentiras”, explicó.