Damián Manso, figura en el título de la Copa Libertadores con Liga Deportiva Universitaria en 2008, habló sobre sus vivencias de aquel equipo que hizo historia en el continente.
“La Copa Libertadores es hermosa, la veo todo el tiempo; siempre soñé con ganarla y ya en competencia nunca nos achicamos ante nadie”, dijo el argentino quien brilló con la U en esa campaña inolvidable que terminó en la vuelta olímpica en el estadio Maracaná ante Fluminense.
El exfutbolista, visitó los últimos días Quito. “Cada que piso suelo ecuatoriano me genera felicidad. El Compejo de Pomasqui hoy está hermoso. Me da tanta alegría como ha crecido el club”.
Del timonel que guió a ese plantel, sostuvo. “Cuando Bauza hablaba nosotros éramos como unos nenitos escuchando a papá. Todos nos quedábamos atentos a cada charla. Nos enseñó a comportarnos dentro y fuera de cancha. Él me daba libertad para que juegue; teníamos tanta confianza que yo me rompía por él. No le podíamos fallar nunca”. Agregó que usar el número 21 fue una casualidad y desde allí nunca lo dejó en sus equipos restantes.
“Nunca hay que bajar los brazos. Vine de Grecia y no jugaba hace 3 meses. Bauza me trajo y me aguantó en el 2007. Sabía que para el 2008 debía retribuir la confianza del Patón que siempre me bancó”, complementó. Finalmente recordó la final del Mundial de Clubes contra el Manchester United. “Era un terrible equipo. Hoy después de 13 años nos damos cuenta de lo que hicimos al jugarle de tú a tú a ellos. Nos faltó poco para ser campeones del mundo”, cerró Damián Manso.
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