Después de los sucesos ocurridos entre Rusia y Ucrania, el máximo regente del fútbol europeo, la UEFA, decidió no realizar la final de la Champions League en San Petersburgo como estaba estipulado, la nueva sede será el Stade de France en París.
El estadio de las afueras de la capital francesa ya albergó la final de la Champions en 2006, en la que el Barcelona derrotó al Arsenal, y la de 2000, en la que el Real Madrid se impuso al Valencia. Las otras tres finales del máximo torneo europeo de clubes organizadas en la capital francesa se disputaron en el Parque de los Príncipes (1956, 1975 y 1981).
“la UEFA desea expresar su agradecimiento y reconocimiento al presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, por su apoyo personal y su compromiso para que el partido más prestigioso del fútbol europeo de clubes se traslade a Francia en un momento de crisis sin precedentes”, dijo la entidad en sus redes sociales.
“Junto con el gobierno francés, la UEFA apoyará plenamente los esfuerzos de las múltiples partes interesadas para garantizar la provisión de rescate para los jugadores de fútbol y sus familias en Ucrania, que se enfrentan a un terrible sufrimiento humano, destrucción y desplazamiento”, añadió el organismo.
La UEFA decidió también que todos los partidos en los que equipos rusos y ucranianos jueguen como locales se disputarán en terreno neutral “hasta nueva orden” en reacción por la invasión de Ucrania por el ejército de Rusia.
Esta decisión afecta sobre todo al partido de Spartak de Moscú en la Europa League, pero no el de repesca para el Mundial-2022 entre Rusia y Polonia previsto el 24 de marzo en Moscú, un encuentro que depende de la FIFA.